Lo expresó para los medios libres: LA ORDEN NO VINO DE UN SIMPLE EMPLEADO, SINO DE MÁS ARRIBA…
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| MIGUEL ÁNGEL MUFARECH NEMY |
Sostiene, Miguel Ángel Mufarech-entorno a la instalación de dispositivos en las camionetas de los consejeros para afectar el derecho a la intimidad de las conversaciones. Lamentablemente- dijo-Nelson Chui como Gobernador Regional de Lima-está rodeado solo de payasos
El gobierno Regional de Lima (GORE LIMA) a través del titular del pliego, Nelson Chui Mejía, tendrá que responder por la comprobada instalación de dispositivos de escucha en unidades vehiculares de la entidad, destinadas a los Consejeros Regionales y que podrían haber afectado la intimidad de las conversaciones.
La advertencia la hizo el consejero regional, Miguel Ángel Mufarech Nemy, al precisar que Chui y sus funcionarios están en un grave problema legal.
Porque más que traten de evadir su responsabilidad a través de un pronunciamiento público – dijo- está comprobada la responsabilidad del Ejecutivo en este delicado tema.
Precisó que la misma base de adquisición de los equipos de GPS, contemplan la instalación de terminales para micrófonos. En ese sentido-dio a entender que no le sorprende que la cuerda se rompa por el lado más débil.
“Ellos dicen, nosotros no sabíamos nada, no puede ser; las bases lo dicen”, continuó diciendo, tras informar que la propia empresa encargada de su instalación, le comunicó que dichos equipos agregados se instalan, solo ha pedido del propietario-en este caso el GORE LIMA.
Mufarech Nemy – dejo entrever que Chui Mejía en lugar de estar rodeado de buenos asesores y funcionarios, está cercado de payasos que solo sirven para hacer reír.
Expreso que son sus “payasos” quienes aconsejaron al gobernador regional que emita un pronunciamiento para adelantarse a lo que ya se le venía.
“Ellos en su comunicado están reconociendo su responsabilidad. Hay que ser bien idiotas para decir, yo reconozco que he puesto 26 micros para grabar”, acotó.
Finalmente-dijo que no está lejos de descubrir que la orden de este ilícito hecho, no vino de un simple empleado del GORELIMA.
