¿TIEMPO DE CAMBIO? ESO ESTÁ POR VERSE...
Escribe: Guillermo Peña H.
Con el resultado de esta contienda electoral puedo darme por servido al saber que la misma especie degradante que yace en palacio municipal desde hace cuatro años no permanecerá más allí. Aunque, pensándolo bien, tampoco sé qué cosa es peor: ¿el olvido o la resignación? Y si algo hay que reconocer es que se ha acabado con el establishment político provincial impuesto desde hace más de dos décadas en Cañete, se ha enterrado a esas figuras desfasadas que hoy prometen no volver a postular más. Yo espero que cumplan y se olviden de las protestas (pataletas) que realizan a través de los medios al sentirse una vez más perdedores. Ya todo está consumado y contra eso nada pueden hacer. Es la dictadura de las mayorías según Karl Marx, o conocida también como “la democracia”, un mal necesario.
Ahora toca pensar en el consenso, en cómo trabajará esa nueva autoridad en la nueva gestión, quiénes lo acompañarán en la administración pública (¿serán las mismas figuras cuestionadas que saltan de municipio en municipio dejando a su paso una serie de irregularidades e impunidad?) y si de verdad cumplirá sus promesas, planteamientos y plan de gobierno difundidos en campaña. Sí, hay que pensar en eso.
Yo, por mi parte, quiero advertir al nuevo alcalde que apenas tome el cargo, inicie una evaluación y selección exhaustiva entre los distintos medios de comunicación y la prensa local, que mida la productividad de éstos, su llegada al público, su cobertura y nivel de aceptación entre el respetable; que busque y trabaje de la mano con los medios independientes con la verdad, más no con la mensualidad (tratado contractual); que busque la calidad y contrate los servicios de entes veraces y consecuentes con sus principios, con su ética profesional; que evite el roce con aquellos individuos que, cuando no les pagas, machacan o desprestigian públicamente a la autoridad de turno; que deslinde con los mercenarios y los seudo moralistas que abundan en radio y TV local; que junto a los buenos elementos de la prensa genere mayor divulgación y eleve el nivel intelectual, cultural y educativo de la población cañetana. Yo creo que sí es posible, porque cuando se hacen las cosas bien, no habrá nada que ocultar, ni maquillar mediáticamente.