PORQUE EL ENVIDIOSO PROYECTA SUS FRACASOS EN VIDAS AJENAS…

Cuidado Que No Son Amigos De Nadie y Están Seguros De Que Ellos Son Siempre La Víctima
Es difícil descubrir al envidioso pues a veces se esconde a través de una apariencia amable, acogedora y simpática y otras se camufla en conductas de excesivo respeto, o excesiva admiración, el envidioso se "alegra de los fracasos ajenos", "sufre con los éxitos ajenos", pero desaprovecha tanta energía que no es capaz de alcanzar sus propios objetivos. Una forma común de identificarlo es que no es amigo de nadie.
El envidioso considera que los demás consiguen las cosas con facilidad y sin esfuerzo, no es una persona generosa, si triunfa nunca se siente satisfecho, este sentimiento es muy perjudicial para quien lo siente y "muy peligroso para la persona envidiada".
La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.
El envidioso nunca tiene reposo, gasta su energía en deseos que nunca satisface, porque jamás se esfuerza lo suficiente. El envidioso nunca se traza metas propias y cuando hace planes su falta de disciplina y su poca voluntad lo derrotan. Vive en el autolamento y la frustración.
El envidioso nunca tiene reposo, gasta su energía en deseos que nunca satisface, porque jamás se esfuerza lo suficiente. El envidioso nunca se traza metas propias y cuando hace planes su falta de disciplina y su poca voluntad lo derrotan. Vive en el autolamento y la frustración.
El envidioso no tiene vida propia, pierde amigos a cada momento, nunca ve hacia sí mismo porque toda su vida es hacia afuera; busca proyectar su propio fracaso en las vidas ajenas. Su realización es el fracaso ajeno porque en él se reconoce. Casi siempre culpa a los demás de sus fracasos y le encanta ser la victima de sus propios odios hacia el prójimo.
La envidia, es hermana del rencor y la inseguridad. El envidioso es un enfermo que se disfraza de gente de bien. Cualquiera puede serlo. Viven mucho tiempo a la sombra de su propia máscara haciendo creer con quienes se rodea que es el más bien intencionado de los humanos.
El envidioso es un enfermo que sufre, no duerme bien, crea conflictos por donde camina, es traicionero de sus propios ideales y es incapaz de reconocer que genera desconfianza entre quienes lo rodean.
El envidioso siempre critica a otros de envidiosos para no delatarse. Vive atormentado por el rencor y la inseguridad sobre su propia persona.
El envidioso sólo está seguro de que él es la víctima, piensa que las demás personas lo hacen de menos, todos los días y a cada hora se imagina conspiraciones en su contra y actúa como si de verdad así fuera. Se la pasa culpando a los otros de sus propias desgracias y fracasos, nunca acepta que está en un error porque su propia inseguridad y falta de autoestima se lo impide. El envidioso no se quiere ni a él mismo, menos entonces a quienes les dice mis amigos.
En resumen podemos afirmar que el envidioso lo que no puede encarar es el éxito, el disfrute y el placer de otra persona, y cuando más cercana sea es probable que este sentimiento se torne más y más complicado.
Quien no envidia duerme bien, no envejece tan rápido y nunca le falta amigos porque le sobra amor y cariño.