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Durante III Festival Internacional... EL CAJON PERUANO SIGUE CAUTIVANDO AL MUNDO...

Durante III Festival Internacional... EL CAJON PERUANO SIGUE CAUTIVANDO AL MUNDO...

Más de 500 personas se reunieron el último fin de semana en Lima para tocar al unísono el cajón peruano, ese embalaje que se volvió instrumento musical en tiempos de la Independencia peruana y que ha terminado por cautivar al mundo de la música.

Para celebrar esta historia, y en el marco del III Festival Internacional del Cajón Peruano, el Centro Cultural de España en Lima, que organiza el evento, vio cómo frente a su sede se levantó un bosque de cajones de decenas de tamaños, tantos como edades de los que los tocaban.

Niños y adultos, hombres y mujeres se juntaron para tocar el instrumento y aprender unos de otras técnicas, ritmos y trucos. En total, y según los organizadores, más de 530 "cajoneadores" haciendo sonar sus instrumentos al unísono.

Y es que, como señaló uno de los asistentes al evento, el cajón "es el corazón de la música" peruana, un instrumento a través del que sentir "el ritmo, la alegría o la tristeza, lo que la persona que interpreta quiera expresar".

Uno de los grandes conocedores de este instrumento en el Perú y organizador del festival, Rafael Santa Cruz, explicó que el cajón se empezó a utilizar en la primera mitad del siglo XIX, coincidiendo con la Independencia respecto a los españoles (1821) y otros fenómenos sociales muy fuertes.

"Nadie asumió que se iban a convertir en instrumentos esas cajas de embalaje", consideró Santa Cruz, quien intuye que su sonido surgió para acompañar al género de la zamacueca, considerada el precedente del baile típico de la costa, la marinera.

Ante todo, el cajón está ligado a la música y a la cultura afroperuana, que tiene su foco en la región de Chincha y Cañete, al sur de Lima, y es "posiblemente el primer instrumento mulato" debido a que los negros lo tocaron, pero también los blancos intervinieron en su construcción con clavos y pegamento, afirmó el autor del libro "El cajón afroperuano".

Más dudas despierta la hipótesis de que este instrumento proceda de esclavos africanos puesto que, a juicio del investigador, no existe en África un instrumento parecido a éste y, además, apenas faltaban por entonces unos años para que se pusiera fin a la esclavitud en Perú, abolida en 1854.

"Más de la mitad de la población ya era libre, por eso no hay una prueba concreta" sobre el origen del cajón, que fue declarado patrimonio cultural de Perú en 2001 y que en los últimos años ha cobrado importancia tanto dentro como fuera del país, señaló Santa Cruz.

Para el organizador del festival, el cajón es el "instrumento con mejor nivel de penetración en la música internacional, con el cual más gente experimenta actualmente".

Lejos queda marzo de 1980, cuando el guitarrista Paco de Lucía introdujo el cajón en España, concretamente y ya para siempre, en el flamenco, pero este único ejemplo sirve para dar cuenta del efecto cautivador que tuvo la que aparentaba ser una simple caja inservible.

Hasta la década de 1930, comentó Santa Cruz, los cajones eran de cualquier madera, casi de embalaje, ya que muy pocos buscaban en ellos una calidad óptima. Sin embargo, en los años 50 y 60 se generalizó el cedro hasta que su preció comenzó a subir.

Pariente lejano del cajón cubano, el peruano fue cambiando en su propia forma (con más fondo, más variedad de sonidos) y también en los hábitos de quienes lo tocaban: antes de que se hiciera usual apoyarse sobre el mismo instrumento, el "cajonero" se sentaba en una silla y ladeaba el cajón hacia atrás, con las piernas abiertas.

Según Santa Cruz, todas estas alteraciones reflejan la "ley natural", la de la evolución del cajón y de la música en general, que tiende a fusionarse y avanzar por mucho que desaparezcan de la escena percusionistas tan importantes como Carlos "Caitro" Soto o Arturo "Zambo" Cavero.